Otro de mis cafés favoritos de Starbucks es el café mocha blanco. No se si soy rara pero me gusta solo tomar este café calientito, así que casi todo el verano o la mitad del año no lo tomo (creo que si soy algo rara, la próxima vez lo pediré como frapuccino a ver que tal).
Cuando empieza el frio o el primer fresco salgo por el primer café mocha blanco y se siente como Navidad, o mi cerebro así lo relaciona. Por mi compraba el toffee nut latte pero en Octubre todavía no lo tienen. Ese es otro de mis favoritos de la época, me encaaanta. Creo que tengo que empezar a hacer pruebas para hacerlo en mi casa.
Pero bueno primero les paso este que se parece muchísimo al mocha blanco de Starbucks. Starbucks usa un jarabe de chocolate blanco. Lo que yo hago es que derrito chocolate blanco en leche.
Lo tienen que hacer a fuego súper bajo y estar mezclando continuamente. Si tienen miedo de que se les vaya a quemar el chocolate lo pueden hacer a baño María.
No debe de hervir, así que la tienen que estar vigilando. Cuando se derritió todo el chocolate en la leche ya podemos servir el café. Vacían en una taza café caliente recién hecho y la llenan poquito más de la mitad. Si no lo quieren tan dulce les recomiendo que llenen su taza de café ¾.
Llenan lo que queda de la taza con la leche con chocolate y agregan mucha crema batida (nunca puede faltar en mi caso, pero es opcional si están cuidado la línea o si son intolerantes a la lactosa).
Pueden decorar con chispas de chocolate blanco o con tiritas de chocolate blanco. Disfrutan calientito. Es un café que queda dulce por el chocolate, el de Starbucks también es dulce así que no le necesitan agregar más azúcar. Les dejo esta rica receta para que puedan disfrutar en su casa y sentir como si estuvieran en el café.
Café mocha blanco
Ingredientes
- ¾ taza leche de almendra arroz o tu leche favorita
- ½ taza chocolate blanco en chispas o cortado en pedazos pequeños
- 1 ½ - 2 tazas café caliente recién hecho extra fuerte
- Crema batida al gusto
- Chocolate blanco para decorar
Preparación
- Colocar el chocolate blanco y la leche en una olla chica y derretir el chocolate a fuego bajo mezclando constantemente para que se derrita más fácil y no se vaya a quemar.
- Vaciar el café en las tazas, ya sea hasta la mitad o ¾.
- Llenar lo que sobra con la mezcla de leche con chocolate y decorar con crema batida y chocolate extra.
- Servir y disfrutar.