Uno de mis postres favoritos, de los que realmente entra en el top 5 es la crème brûlée. Desde que estaba en Paris estudiando cocina era de los postres que siempre pedía y pedía en los restaurantes. Yo creo que probé todos los posibles sabores y variaciones de este postre, desde con un toque de naranja, al limón, chocolate, con frutos rojos, el original, todos se fueron con mucho gusto a mi pancita.
Para todos los que nunca han probado la crème brûlée, es como una natilla (más espesa) que va cubierta de una cubierta de azúcar que se carameliza antes de servir.
Este postre se me ocurrió para una cena familiar en Noviembre. Quise preparar un postre con calabaza. De hecho fueron dos, la crème brûlée fue la primera idea pero me sobró puré de calabaza así que también hice un tiramisú de calabaza (esa se las compartiré en unas semanas – perfecta para el año nuevo).
La consistencia de esta crème brûlée es distinta, no queda igualque la crème brûlée original ya que le agregramos calabaza pero eso no le quita lo rico. El sabor es muy sutil (para los que no les gusta o creen que no les gusta este sabor) y la cubierta de azúcar quemadita es lo que le da el toque final perfecto.
No piensen que por ser postre Francés va a ser complicado, solo hay que calentar un poco la mezcla, batir las yemas, mezclar y hornear. Para hacerla van a empezar por precalentar el horno a 160°C.
Se van a usar moldes o ramequines que dentro puedas colocar ½ taza de líquido o mezcla en cada uno. Cubre el molde o recipiente para hornear que vas a usar para hacer el baño María con una toalla de papel de cocina. Coloca los ramequines sobre el papel. 
Calienta en una olla a fuego medio la crema, azúcar y sal, mezclando hasta disolver el azúcar. Retira del fuego para enfriar un poco (unos 5 a 10 minutos) y agrega la vainilla, canela, jengibre y mezcla hasta incorporado.
Coloca las yemas en un recipiente y bate con el batidor globo o en la batidora hasta que tengan un color amarillo claro y estén esponjadas. Agrega ½ taza de la mezcla de crema caliente y bate muy bien y rápidamente con el batidor globo. Agrega la crema restante y bate muy bien.
Agrega el puré de calabaza e incorpora. Para una textura muy finita puedes pasar por un colador y colocar en los moldes o bien colocar la mezcla directamente en los ramequines que es lo que yo hice.
Calienta agua para preparar un baño María. Coloca el molde con los recipientes rellenos en el horno y agrega agua hirviendo hasta llegar a cubrir los moldes casi hasta la mitad.
Hornea por 45 a 55 minutos o hasta que al moverlos ligeramente del centro no se vean tan líquidos, apenas se muevan muy poquito. Si usas ramequines más grandes pero más chaparros agrega unos 10 a 12 minutos más, que es el tiempo que se tardo el mío de tamaño grande.
Retira del baño María, deja enfriar un poco y refrigera mínimo 3 horas o toda la noche cubriendo con papel film o transparente. De preferencia refrigera por 12 horas o toda la noche.
Antes de servir cubre cada molde con una cucharada de azúcar refinada y cubre muy bien cada molde moviendo circularmente.
Carameliza con un soplete de cocina o bien colocando los moldes debajo del broiler por unos segundos. Fue lo que yo hice pero la verdad quedan mucho mejor con el soplete.
Sirve inmediatamente y disfruta de este delicioso postre, que de verdad les van a encantar. Además son buenísimos para preparar para cenas (como la de Navidad o Año Nuevo) ya que solo necesitas caramelizar antes de servir y listo, y a cada persona o invitado puedes servirle su postre personal en su plato.
Te dejo la receta.
Cómo hacer crème brûlée (con calabaza)
Ingredientes
- 6 yemas de huevo
- 1 ¾ tazas crema como la norteñita o Lala de bote – es aprox. un bote de 450 ml crema
- ¼ taza crema líquida para batir
- ½ taza azúcar mascabado
- 1 pizca sal de mar
- 1 cucharita extracto de vainilla o 1 cucharita pasta de vainilla
- ½ cucharita canela molida
- ¼ cucharita jengibre molido
- ½ taza puré de calabaza cocido
- Azúcar refinada para caramelizar
Preparación
- Precalienta el horno a 160°C.
- Se van a usar moldes o ramequines que dentro puedas colocar ½ taza de líquido o mezcla en cada uno. Cubre el molde o recipiente para hornear que vas a usar para hacer el baño María con una toalla de papel de cocina. Coloca los ramequines sobre el papel.
- Calienta en una olla a fuego medio la crema, azúcar y sal, mezclando hasta disolver el azúcar. Retira del fuego para enfriar un poco (unos 5 a 10 minutos) y agrega la vainilla, canela y jengibre. Mezcla hasta incorporado.
- Coloca las yemas en un recipiente y bate con el batidor globo o en la batidora hasta que tengan un color amarillo claro y estén esponjadas. Agrega ½ taza de la mezcla de crema caliente y bate muy bien y rápidamente con el batidor globo. Agrega la crema restante y bate muy bien.
- Agrega el puré de calabaza e incorpora. Para una textura muy finita puedes pasar por un colador y colocar en los moldes o bien colocar la mezcla directamente en los ramequines que es lo que yo hice.
- Calienta agua para preparar un baño María. Coloca el molde con los recipientes rellenos en el horno y agrega agua hirviendo hasta llegar a cubrir los moldes casi hasta la mitad.
- Hornea por 45 a 55 minutos o hasta que al moverlos ligeramente del centro no se vean tan líquidos, apenas se muevan muy poquito. Si usas ramequines más grandes pero más chaparros agrega unos 10 a 12 minutos más, que es el tiempo que se tardo el mío de tamaño grande.
- Retira del baño María, deja enfriar un poco y refrigera mínimo 3 horas o toda la noche cubriendo con papel film o transparente. De preferencia refrigera por 12 horas o toda la noche.
- Antes de servir cubre cada molde con una cucharada de azúcar refinada y cubre muy bien cada molde moviendo circularmente.
- Carameliza con un soplete de cocina o bien colocando los moldes debajo del broiler por unos segundos. Fue lo que yo hice pero la verdad quedan mucho mejor con el soplete.
- Sirve inmediatamente y disfruta de este delicioso postre.
